jueves, 11 de enero de 2007

Un salto del ángel


Ja!, ¡¡¡a estrivor, viento en popa a toda vela!!!

Es como dar un salto hacia el mar, de cabeza y tomando impulso desde una superficie inestable. Aunque no quieras, hay que hacerlo, y más vale que quieras si pretendes no volver la vista atrás.

Más adelante, según donde te llevara la marea y hacia donde navegaras, podrías volver a pisar esas mismas tierras, pero con una experiencia y una visión nuevas. Entonces, éstas u otras, podrían ser tierras amigas.

Se trata de aprender, de comprender y, básicamente, de luchar por la felicidad. Porque no, no suele venir sola.

2 comentarios:

chüpetina dijo...

si la felicidad viniera sola, no la valoraríamos.

por cierto, "estribor" es con "b" de... boniata!!!!!!

Miriri dijo...

¡¡¡estribooooooor!!! qué forma de complicar las cosas...