miércoles, 13 de mayo de 2009

Gente en el metro



Un día cualquiera, en el metro de Madrid, como podría ser otro lugar y otro momento.

Hay gente alegre, gente cansada, gente ilusionada, gente con ganas de marcha, gente que espera, gente entretenida, gente concentrada, gente despistada... Y, entre toda esa gente, de repente, una accidental mirada.

Sin querer repetir el momento, ahora es su sola presencia la que le delata.

No digo ni hago nada, pero esa mirada... Evitando un nuevo cruce y, a la vez, deseándolo, necesito cerciorarme. Al ver sus ojos clavados sobre mí, una ola de calor sube desde mis pies. Como leyes naturales, como imanes que se atraen sin tener que justificar.

Su insistencia refleja lo que podría pasar. ¿Nos dejamos llevar? Un momento de dilación, es mucha la atracción, pero... No, tomo el control de mis impulsos y dejamos la historia volar en la imaginación.

Nunca una fantasía me hizo sentir tan viva.

1 comentario:

chüpetina dijo...

:) por qué siempre pasan estas historias en el metro? y otra pregunta, por qué siempre acaban igual?

besos babosos