Un rastro serpenteante, pequeñas pisadas con membranas, colores azules y verdes sobre otros grises y cálidos terrosos. Un horizonte azabache, tormentoso, rocoso y de quietud. Leves relieves arenosos que fueron ardientes ascuas y cenizas...
Sólo una demostración de lo más impresionante, lo que fue y volverá a ser la naturaleza en estado puro. Las entrañas de la fuerza y la furia en movimiento, la vida y la armonía.
¿Destrucción o creación? Como resultado, la muerte sobre la vida interior y aislados lechos de vida en la mortal superficie. Impresionantes e ilógicas estructuras enredadas a la vez que equilibradas...
Un pedacito de paraíso de belleza racial.
sábado, 25 de agosto de 2007
Mi visita al Parque Timanfaya
viernes, 3 de agosto de 2007
La magia de ser un hada
Nunca podrás ser tan pobre como un hada,
ni nunca alcanzarás ser tan rico.
Y, aunque creas que tu juventud te hace dueño del mundo, que tus muchos años te han hecho sabio,
nunca serás tan joven como un hada
y nunca llegarás a saber tanto.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)