lunes, 2 de julio de 2007

Intentando comprender, sin desmerecer.

Nada es porque sí. Un pequeño soplido puede provocar huracanes, al menos, en mi conciencia.

¿Y si creo en tus palabras?

¿Y si crean la alianza
de algo eterno que se fue
y en mi calma yace ausente?

No cruzaré con vida
ni camino que divida
la razón más fuerte
y, a la vez, inexplicable.

Ningún viento empujará
con cariño o con temor

ni las ramas de este árbol,
ni la fe del que sembró.



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